ANTAMINA: BIENVENIDO LA MINERIA TRADICIONAL
Ing. Rómulo Antúnez Antúnez
Especialistas de gestión de recursos hídricos
Una minera que ha desarrollado todas las estrategias de convivencia
social, política, especialmente empresarial; de pronto decide cerrar sus operaciones
que ni en pandemia C-19, ni en otras peores circunstancias de conflictividad
social y política de nivel nacional había motivado esta decisión que ahora se argumenta
que esta situación generada en la Comunidad de Aquia-Bolognesi con una agenda débil
y no atendida acumulada por 20 años de relación de dependencia clientelar y
mercantilista perversa entre los dirigentes de comunidades campesinas,
alcaldes, empresarios, dueños de medios de comunicación, comunicadores sociales
y otros personajes locales, regionales y nacionales, la verdadera causa que ha
generado situaciones inmanejables que ha llevado a la Cia. Minera a argumentar
este cierre de operaciones.
Es preciso mencionar que Antamina es una empresa privada que no tiene porqué
reemplazar al Estado en sus funciones de ninguno de sus niveles, por tanto no
está obligado a resolver problemas relacionados a la incapacidad y la
corrupción de autoridades elegidas lo cual es otra de las causales para que se
hayan perpetuado los problemas sin solucionar y corresponde al Estado sancionar
a los responsables (Fiscalía, Poder Judicial), prevenir y controlar actos de
corrupción (contraloría, fiscalía anticorrupción) y la participación ciudadana
que en los últimos años no tiene espacio para el control y vigilancia ciudadana
vinculante.
Otro elemento importante, quizás lo más relevante, fueron las permanentes
reuniones donde se han generado innumerables acuerdos y compromisos entre la
Cia. Minera, las comunidades campesinas, gobiernos locales y actores del
corredor minero que en suma no se han cumplido ni el 20% a raíz de las trabas
burocráticas, la incapacidad y la corrupción por parte de las autoridades y la
escasa voluntad por parte de Antamina, lo cual acumula sentimientos de
“ninguneao” y de incumplimiento reiterado de compromisos que desencadenan
conflictos sociales como en la actualidad de la comunidad de Aquia.
Antamina, fue el foco de conflictividad social intensa entre los años
2007 – 2013 con muchos actores políticos, sociales y mediáticos involucrados y
a raíz de ello se implementó una estrategia empresarial de relacionamiento social
y política llamado “enforque multiactor y territorial” que se convirtió
en una estrategia muy importante de articulación más institucionalizada de
Antamina con el territorio (corredor minero, con Ancash y el País),
convirtiéndose en una de las operaciones mineras socialmente mas estables del Perú;
siendo así, de pronto ¿qué paso con Antamina?.
Pues la llegada del Gerente General Víctor Gobitz en septiembre del 2020
cambió el rumbo de la gestión minera tanto a nivel de operaciones al interno de
la Mina ya que se generó constantes conflictos con los “colaboradores” o
trabajadores directos e indirectos ya que hubo una especie de recorte de
beneficios laborales y durante el Covid 19 se convirtió en la minera que contribuyó
en la propagación de la pandemia primero en los trabajadores y luego en Ancash
y a pesar de ello la Minera se esforzó en seguir con la operación minera.
Para Gobitz, la nueva estrategia “vertical, violenta y clientelar”
al estilo de su experiencia en la “Minera Volcan” fue primero; restringir la
relación social solamente a las comunidades cercanas a la operación dejando de
lado el territorio del corredor minero y la región, segundo ignoró por completo
al equipo de gestión social que finalmente terminaron por abandonar y renunciar
a la compañía; privilegió la presencia mediática clientelar y desacreditó las
autoridades del territorio, así como privilegió su presencia mediática con alto
contenido de politización que fueron el caldo de cultivo para llegar a esta
situación de la Comunidad de Aquia.
Habiendo conversado con innumerables lideres sociales, pobladores,
periodistas, políticos de los más serios, se puede afirmar que el cierre de la
operación minera es responsabilidad de Victor Gobitz, por su incapacidad para
manejar un conflicto preventivo de pequeña dimensión que no pudo resolver hace
dos meses con la misma comunidad de Aquia; así como los 27 buses retenidos en
la comunidad de Carhuayoc y que ahora le explota en la cara, pero acude a una
decisión desproporcionada de cierre acompañado de “chantaje político”, coacción
y persecución legal a los lideres mujeres y hombres y desacreditación de lideres
a través de medios de comunicación y comunicadores sociales locales.
Finalmente, Victor Gobitz debe explicarle a Ancash y al Perú ¿cómo decides cerrar operaciones cuando los precios del cobre están en su máximo apogeo?, ¿cómo explicas la reducción hasta en 25% de los gastos orientados a resolver la responsabilidad social en el territorio desde setiembre del 2020?, ¿qué justifica la paralización de las operaciones mineras frente a un conflicto de menor dimensión como el de la Comunidad de Aquia?, creo que la única respuesta es la renuncia y levantar la paralización de la operación, porque esta acción muestra al empresariado nacional como un irresponsable de cumplir con los acuerdos con las comunidades e irresponsabilidad social y actor político innecesario.
Huaraz, 1 de noviembre del 2021
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